miércoles, 18 de abril de 2012

Un destino incierto. ~Cap 4: Un bonito colgante.


Subí a la valla, estando arriba miré a los lados.. no había nadie, así que salté al otro lado. Nada más caer al suelo, levanté la cabeza y pude ver un viejo y pequeño edificio que había tras el árbol del columpio.. era precioso, casi completo de enredaderas que subían hasta el techo. Sin pensármelo dos veces me encaminé hasta allí, de camino no pude parar de mirar todo a mi al rededor.. era increíble, el columpio del árbol, que era altísimo, las estatuas de ninfas.. la fuente que se levantaba majestuosa tras la última estatua. El camino para llegar a ese pequeño edificio estaba repleto de esas estatuas a los dos lados, con bancos de por medio. Cuando llegué al final de camino y empujé la puerta me llevé una gran decepción, estaba cerrada..
-Estúpida puerta.. -maldije unas cuantas cosas más hasta que conseguí ver una de las bajas ventanas completamente abierta. Las casualidades no existen.. así que con una agilidad que no conocía en mi excepto para cosas que quería, subí a la ventana y me colé dentro. 
Era una biblioteca, una muy antigua por lo que veía.. eso era fantástico, desde niña me había gustado leer.. y bueno, eso le daba un punto positivo a ese lugar. Caminé por los estrechos pasillos de aquel lugar, había una escalera que comunicaba las estanterías altas con el suelo, subí para mirar los libros, me gustaba aquel sitio, me transmitía.. tranquilidad.
Cuando ya estaba arriba ojeando los libros escuché un portazo que tontamente, me asustó.
-Menudo asco de mujer -murmuró entre dientes una voz de chico, me incliné para mirar, era Kyle.. mierda, estaba pillada.
-Em.. ¿Kyle? -pregunté con la voz algo temblorosa sin saber porque.
-¿Kelly? -suspiró- ¿que haces aquí, como has entrado? -Su mueca era indescifrable, ¿estaba enfadado, molesto..? uff, que complicado. Mirándole a los ojos mientras bajaba por la escalare señalé la ventana.
-Estaba abierta.. -miró la ventana y seguidamente clavó la mirada en mi.
-¿Y siempre que ves una ventana abierta te cuelas por ella? -al instante curvó una sonrisa.
-No, pero bueno.. ¿qué mas da eso? -sonreí-  tu tampoco deberías estar aquí, ¿verdad?
-Quizá.. la diferencia es que yo tengo llaves -saca las llaves de su bolsillo y las mueve mostrándomelas- y tu solo una ventana entreabierta.. además, es mejor que no vengas mucho por aquí, a tu tía no le gustaría nada de nada..
-¿Es que acaso se lo vas a decir?
-En verdad debería... -le miré mal- venga vente, te acompaño hasta la puerta de casa.. ya está demasiado oscuro. 
-Está bien, ¿pero se lo vas a decir o no? -no me contestó y en lo que yo me acercaba a la salida cerró por completo la ventana por la que me había colado y saliendo detrás de mi trancó la puerta con llave. Nos mantuvimos en silencio hasta llegar a la valla por la que anteriormente yo había pasado saltando, mientras la habría me preguntó dudoso algo que me descolocó por completo.
-Kelly.. ¿cuándo te irás de aquí? -su voz sonó carente de emoción, sobresaltando en el silencio de la noche.. ¿lo diría porque no le gustaba la idea de que me quedase o porque quería que me quedara? menudo estúpido.
-¿Cómo?, acabo de llegar.. ¿y ya estás pensando en que me vaya? -me enfadó la idea de que no quería que yo estuviese allí aun que no sabía exactamente porque.
-Kassandra, no sabes las cosas que van a cambiar si tu te quedas...
-Oh, perfecto.. ¿sabes que Kyle? veo que sigues siendo aquel niño pequeño que me tiraba con el tira chinas -cerré los puños intentando contener mi ira, ¿por qué me alteraba tanto eso? era algo que no tenía sentido.
-¡No sabes lo que dices, Kassandra! -sus ojos verdes desprendían.. ¿ira tal vez? eso tampoco tenía ningún sentido. Estábamos discutiendo por una verdadera tontería.. no me reconocía, Kyle me alteraba mucho.
-Puede que no, lo único que si sé es que eres insufrible. -Ya bastante alterada me di media vuelta y me fui hacia la casa con paso firme, murmurando algunas cosas desagradables sobre el. Escuché una pequeña risa, y por el lógico hecho de que allí no había nadie más.. deducí que era de el. Eso me cabreó aun mas.

Entré en la casa y subí a mi habitación prácticamente corriendo, al entrar me tumbé en la cama boca arriba mirando el techo. No me había fijado, pero había muchas pegatinas con forma de estrella y algunas pocas con forma de luna, eran de esas que brillaban en la oscuridad. Eso me animó a apagar la luz.. y mientras miraba las pegatinas y pensaba en lo que acababa de ocurrir me quedé profundamente dormida. En la madrugada, sobre las cinco me desperté sudando.. otra vez esa maldita pesadilla ¿acaso eso significaba algo?. Con sigilo me levanté despacio y me fui hacia la ducha, sabía que no iba a volver a conciliar el sueño.. y de todas formas no faltaba mucho para que amaneciese.
No tardé mucho en ducharme y en volver a mi habitación, ya despejada me vestí y empecé a colocar algunas cosas más de la habitación. Mirando algunas fotos no pude evitar pensar si echaría de menos a alguno de mis amigos.. no lo creía, pero nunca se sabe.
Pasó un buen rato y al asomarme por la ventana no pude evitar recordar la tonta discusión que había tenido con Kyle.. y eso me llevó a pensar que tal vez tras el enfado el podría hablar con Valery sobre mi escapadita a aquella pequeña biblioteca.. ¿me diría algo? bueno.. eso ya lo descubriría. 

Tras un aburrimiento insufrible me percaté de que en una de las cajas que había en mi habitación ponía el nombre de mi madre, que es el mismo que el de mi abuela, mi bisabuela.. y así sucesivamente, también era mi primer nombre. A mi no es que me gustara mucho.. por eso prefería que me llamaran por el segundo, el nombre de Elizabeth no me agradaba demasiado. Estaba escrito con una letra elegante y cursiva.. como la de los libros que antiguamente se escribían a mano, me llamó mucho la atención, así que cogí la caja y la posé sobre mi cama soplando el polvo que la cubría. Dudosa, la abrí con impaciencia. No había mucha cosa, un cuaderno antiguo que parecía un diario, una piedra con un símbolo bien marcado y una pequeña cajita rectangular negra con detalles plateados.. verdaderamente preciosa, la abrí y en ella había un colgante muy bonito, la cadena parecía ser de plata y lo que colgaba de ella sin duda era un rubí, un rubí en forma de lágrima algo mas grande que el tamaño de una pipa. Lo acerqué a mi, parecía brillar.. me había enamorado de ese colgante. Mientras lo miraba embobada sonó la puerta.
-¿Kassandra, está despierta? es hora de desayunar -un tanto sobresaltada guardé el colgante en la cajita, y coloqué la caja con el nombre de "Elizabeth" justo donde estaba y salí de mi habitación.
-¿Bob?
-¿Si, señorita?
-A partir de ahora me trataras de tu y nada de Kassandra.. soy Kelly -me sonrió y asintió casi al instante, entonces bajé a desayunar. Al bajar Kyle no estaba, sin darle muchas vueltas me senté justo donde había cenado la noche anterior y observé el plato de Kyle. Había una tostada con apenas un mordisco y el vaso de zumo estaba a la mitad.
-Buenos días, Valery -no me contestó, se limitó a sonreírme dulcemente y continuó sin mencionar palabra. ¿Habría pasado algo? Tras un rato en silencio Valery se aclaró la garganta y se dispuso a decirme algo mientras se levantaba para irse.
-Hay una caja en tu habitación en la que pone Elizabeth, te pertenece.. quédatela. Y sin decir más se fue.
 <<No recordaba que fuese tan rara>> pensé sin poder evitar sonreír mientras acababa de desayunar. 
En la noche anterior, mientras estaba en la ducha había pensado ir a pasear por el pueblo.. para ver si me acordaba de algo y de paso conocía algo la zona.. y eso mismo haría, después de subir y ponerme aquel colgante que me había maravillado.

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