viernes, 2 de marzo de 2012

Un destino incierto. ~Cap 1: Motivo del comienzo.

Caminaba a paso ligero hacia mi casa cuando sentí un frío punzante en el cuello, en ese instante me desplomé y quedé petrificada en el suelo con los ojos abiertos. Escuché a mi madre levantarse y entonces me desperté sobresaltada de la cama, acababa de tener otra vez ese sueño... ese sueño en el que mi cuerpo yacía sobre un gran charco de sangre que venía de un corte que tenía en el cuello. Estaba en mitad de la calle y la gente pasaba por encima de mi cuerpo sin vida, sin siquiera desviar la mirada hacia mi. Tras comprobar que que mi cuello seguía intacto me volví a tumbar en la cama dejándome caer, aun eran las seis y media de la mañana, por lo tanto tenía media hora más para dormir. Me sentó genial poder dormir un rato más, aunque se me hizo bastante corto.

-¡Kelly!, vamos tienes que ir a clase -dijo mi madre desde la puerta.
-Cinco minutos más..
-Date prisa, o llegarás tarde como la última vez -detalló dando por hecho que haría lo que ella esperaba; levantarme. Y así fue, entre regañadientes me levanté de la cama y me preparé para ir a clase. Ya era viernes, viernes 27, concretamente mi cumpleaños. Para mi era un día como otro cualquiera, ya que en mi casa no se le daba mucha importancia; cumplía 16 años. Cuando salí de mi habitación, mi madre me estaba esperando para despedirse.
-¿Te vas ya? -le pregunté desperezándome.
-Si cariño, ya sabes.. mucho trabajo. -me sonrió.
-Claro -le devolví la sonrisa y besé su mejilla- adiós mamá, ¿volverás para comer?
-No lo sé.. ya te llamaré -me miraba con un cierto sentido de culpa, yo lo dejé estar y fui a desayunar.
-¿Kelly? -me llamó desde la puerta.
-¿Si?
-Feliz cumpleaños, cielo -me dedicó otra sonrisa y se fue. Como cada año. 

Desayuné y me puse a ver la televisión un rato, estaban echando las novelas de la noche anterior y yo las odiaba, así que la apagué de inmediato y salí antes de casa para ir a buscar a Cassie. Ella y yo habíamos sido amigas desde que éramos unas crías, siempre estábamos juntas... bueno, no siempre, desde el primer curso de instituto nos habíamos distanciado bastante y solo estábamos juntas para ir y volver de clase. Se echó novio, James el guaperas de clase, hizo amigas distintas.. y yo, también me fui con otras; lo típico. Como cada mañana me contó sus problemas y me habló mal de su supuesta mejor amiga... esa mejor amiga a la que ponía verde cada mañana. Yo simplemente asentía y sonreía... ciertamente no me interesaba nada de eso, ni siquiera se acordó de mi cumpleaños. Como yo esperaba, ya no eramos amigas. 
-...y así que justo cuando me fui al baño le vi besándose con otra, así que nada.. lo mio con James ya no da para más. Es una pena que tras cuatro cursos con el me haga esto... pero bueno, el se lo pierde, me iré con Dylan... que está mucho mejor que el.
-¿Dylan, enserio? 
-Que pasa.. ¿te gusta o qué? (já como si eso le fuese a importar).
-No, pero es su mejor amigo... 
-¿Y? en el amor, nadie manda... por mi como si es el hermano. -me sonreía como una perturbada mental y yo me limité a negar con la cabeza evitando involucrarme en sus líos. 
En seguida llegamos a clase y ella se fue corriendo hacia Dylan, pobre chico... no sabe donde se mete si dice que si. Tras ver como Cassie le acosaba me fui a la biblioteca para no pasar frío y de paso repasar para el examen de latín. Aun no comprendo porque escogí latín...
Sonó el timbre y todos se fueron a las clases o al callejón... yo entré, necesitaba aprobar ese examen para que  me diese la media. La profesora nos recodó las normas de clase antes de empezar, como hacía en cada examen. Y ahí estaba yo, frente a frente con el examen de latín.. apenas había sabido contestar cuatro preguntas. Aquella traducción se me estaba resistiendo demasiado, y el timbre estaba apunto de sonar. El compañero que tenía al lado se levantó para entregar su examen y pude ver el ejercicio. Lo que tenía que traducir era una parrafada enorme... así que con cinco minutos de tiempo empecé a escribir todo lo que había conseguido copiar. Levanté la cabeza y observé el examen con atención, con eso no me iba a dar para el cinco... así que me inventé alguna cosa mas. Sonó el timbre enseguida y fui la última en entregarlo. La profesora lo miró con infinito desdén y con un tono de voz carraspeante me dijo textualmente "Vete preparando para la extraordinaria, Kasssandra." esa mujer era odiosa. Ni le contesté y me fui. 

El resto de la mañana se me hizo mas amena y cuando quise darme cuenta ya estaba envuelta otra vez en las historias que Cassie me estaba contando a cerca de Dylan.
-...y como te dije, ahora estoy con Dylan -su sonrisa fue de verdadero triunfo, como si Dylan fuese su trofeo.
-Oh, pues felicidades Cass -sonreí fingidamente.
-¿Y qué tal tu examen de latín? 
-Verdaderamente penoso... -sonreí quitándole importancia y ella sonrió también.
-Desde luego que el latín no es lo nuestro.. -me dijo con la mirada un tanto perdida- ¿hoy que día es?
-Veintisiete, viernes veintisiete
-¿Enserio? que tonta... ¿como me he podido olvidar? hoy es el cumpleaños del conejo de Sally!! -abrí los ojos como platos.
-¿¡Y te acuerdas de eso!?
-Claro, nunca olvido las fechas importantes, Kelly... -suspiró y entró en su casa- adiós!.
-Esta chica verdaderamente es algo corta... -dije en alto mientras iba hacia mi casa. Me rugieron las tripas, tenía un hambre... así que aceleré el paso para llegar a casa antes.

Cuando llegué mi madre estaba tirada en el suelo, con el móvil en la mano y una expresión de verdadero espanto. Tiré la mochila al suelo y me acerque a ella a paso lento, ¿que había pasado allí?.Intenté gritar su nombre pero no me salieron las palabras, le tomé el pulso, aún estaba viva. Llame a urgencias y enviaron una ambulancia... mientras venía la ambulancia llame a mi madre repetidamente... no obtuve respuesta y como si fuesen cascadas las lágrimas brotaron de mis ojos. Pasaron unos diez minutos y la ambulancia llegó...

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